Capitulo 38 & 39.- La Lira, la misma luna… con el sentimiento de amar…

Estaba llorando en el hospital mientras los demás estaban afuera concluyendo su día.

Lennon había tenido tantas veces anteriormente para decirle que quería volver a estar con ella pero no había podido, el dejar a Yoko y saber por la historia que pasó no le dejaba, aun así quería volver con la morena que dos años antes le había robado el corazón.

--Despierta… por favor Annie…, no quiero perderte—decía entre sollozos abrumantes el guitarrista—

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--Annie… Annie—decía la voz que se escuchaba en sus pensamientos—

--¿Quién eres?... ¿por que me llamas?... ¿Cómo sabes mi nombre?—preguntaba la morena mientras miraba a todas partes del abismo donde se encontraba—

Se sentó mientras comenzaba a llorar abrazando sus piernas, intentando descifrar en donde estaba— ¿donde estoy… como llegue aquí… acaso… ya morí?—se pregunto

--Annie… ven—decía la voz cada vez más familiar—

--¿Quién me llama?... acaso—se repetía a si misma mientras estaba en posición fetal llorando—

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Era la mañana del día siguiente, sus compañeros tanto como el mostraban una cara larga, mientras Yoko con una amplia sonrisa entraba detrás de John. Por fin lo había logrado, deshacerse de ella… quien tenia la mente de John bajo su mando, ahora Yoko y el guitarrista podrían estar juntos…John se sentó en el piano y como si fuese un fantasma comenzó a tocar una suave y dulce tonada en este, los chicos y chicas miraban estupefactos de que John mostrase sus sentimientos así, no solía hacerlo nunca, todos estaban de un pésimo humor. De repente las lagrimas de un John triste y acorralado por la culpa comenzaron a caer sobre las teclas del piano, a su acompañante se le borro la notoria sonrisa que tenia y a su hermana simplemente abrazó con la fuerza a su esposo.

--Yo debí ser quien recibiera el disparo… debí… decirle que—John se detuvo en seco, no quería que Yoko lo supiera—

--Tengo que hablar contigo—alegó McCartney mientras llevaba a John fuera de piano y que pasaba por la habitación—mira… Annie me contó el por que se fue…, quería decírtelo ella misma pero por como están las circunstancias… es mejor que yo te diga… bien—intentó mascullar las palabras preferentes para decirle—Víctor le dijo que si regresaba te mataría , hace unos meses atrás, intentó escapar… antes de la boda… la cual nunca hubo, y mientras intentaba escapar su locura lo atrapó… intentando matarla…, pero… no le fue posible… alguien que estaba en esa sala logró matarlo primero—mascullo con toda la sensibilidad que pudo—

Lennon no podía creerlo, se sentó en un sillón como si le faltara fuerza para quedarse de pie, bajo la cabeza y simplemente se lamentó, ¿acaso tanto era lo que Víctor intentaba conseguir?,

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Mientras en el otro cuarto las chicas no dejaban de hacer planes para cuando Annie despertará, o para ir  verla al hospital, cuando Marie se percató de que por un segundo Yoko se había puesto triste al ver la escena de John, pero que había recuperado su humor unos segundos después y de que ahora estaba molesta, la oriental no dio ni un momento más para comenzar a morderse el labio inferior en señal de molestia, adquirió un seño fruncido en su totalidad.

--¿Qué te pasa Yoko?... ¿Temes ahora que Paul te quite a John?—pregunto en tono burlón Marie mientras las demás miraban estupefactas, Marie no era de comportarse así y mucho menos con Yoko—o es que acaso… tu…--ella no termino de decir cuando Paul entró junto con John—

El comentario de Marie, saco aun más el seño fruncido de la japonesa quien no dudaría en darle un golpe si no estuviesen los chicos mirándolas, por como estaba la situación no permitiría que nadie le arrebatara a quien más quería.

Mientras salía de aquella sala tropezó con algo, cosa que causo un revuelo entre los chicos señalándole que tuviera más cuidado con lo que hacia, cuando Lennon pudo visualizar con lo que había topado Ono, rápidamente lo tomo entre sus manos, aquella lira que había visto tocar a Annie unos días atrás en el estudio estaba ahora en sus manos, la oriental lo tomo y lo puso en otro lugar mientras abrazaba a John y colocaba un beso tierno en sus labios, y al momento de que se fue tomo el artefacto y salio como un cohete dirigiéndose al hospital, ¿Qué haría con ella?, Lennon no sabia tocarla, con trabajo y tocaba el piano o eso creían sus compañeros, los chicos especulando acerca de todo, fueron hasta el hospital.

John llegó y entró y comenzó a tocar una tonada triste para Annie.

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En aquel oscuro lugar sonaba la música producida por la lira, que estaba tocando John… Annie simplemente lloraba sin poder encontrar su camino, o lo que sea que buscaba

--¿Dónde estoy?... ¿Por qué estoy aquí?—se preguntaba la chica mientras miraba a la nada con sus piernas abrazadas deseando estar en otra parte que no sea donde estaba—¿Acaso morí?—

“Annie… Annie”

Decía incansable la voz, era como si escuchara el corazón de Lennon repetir una y otra y otra vez su nombre intentando alcanzarla donde estaba pero ella se limitaba a intentar no llorar pero le era inevitables, simplemente eso hacia

--¿Donde estoy?... quiero…yo—se decía a si misma—

Apenas sabía que tenía un pie en la tumba.

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Lennon vio un movimiento que respondió hacia la música que el arpa producía, los chicos estupefactos miraban pero eran movimientos totalmente vagos, los ojos intentaban abrirse, los dedos de sus manos se movían levemente, había llegado la noche y la luz de la luna inundaba la habitación, John estaba dormitando en la cama donde la chica se encontraba, miraba sus manos que cada vez se ponían frías, y intentaba no llorar pero ¿para que llorar si casi se te secan las lagrimas del cuerpo?, su rostro se veía como un ángel, sus labios finos y delineados con un color rosado, era lo que más le atraía, simplemente se acercó y deposito un tierno pero amoroso beso en esos labios.

--Ojala regreses… no quiero perderte igual a ti—decía mientras acariciaba su mejilla y tomaba su mano en la suya—Ana Arthemis Schiffer… regresa… por favor—decía el chico—