Capitulo 33.- Yoko Ono…

Ella era Yoko… Era una chica asiática un poco baja de estatura, de tez blanca y ojos rasgados color cafés oscuros, no mostraba casi la sonrisa “imperdible” de la que John hablaba siempre.

Era un día normal después de una noche un tanto cansada del arte y todas las cosas que ahora hacia John con Yoko… aun no dejaba de pensar en aquella chica que había visto… caminaba a Apple corps. Se suponía que ese mismo día vería quien sería el nuevo administrador y manager de los chicos de Liverpool… estaba camino a casa de Yoko cuando ella salio vestida con una blusa de manga larga y cuello de tortuga blanco y una falta larga que le llagaba a los tobillos de color igual blanco sus botas del mismo color y un gran sombrero.

Estaban en el carro cuando ella hizo una pregunta que incomodo al guitarrista

--Ayer que estábamos caminando por la calle te detuviste a ver a una chica… ¿acaso es ella de la que Paul siempre te recuerda?—preguntó Yoko en un intento de conversación con el guitarrista—

--Yoko… yo—dijo el guitarrista deteniéndose en la luz roja—ella… la conocí hace mucho tiempo y por dos años esperé a que regresará… estuve enamorado por mucho tiempo de ella… y te seré sincero… si ayer fue mi imaginación que me engaño… pues bueno tal vez Paul tiene razón en que no debo dejarla ir—agregó a la conversación John mientras que la oriental no miraba para nada a su novio…

Sentía ganas de llorar con el comentario de Lennon hacia aquella chica… llegaron a Apple Corps. Y ahí estaba Paul, George y Ringo platicando cuando Yoko entró… pidió un minuto para hablar con Paul y este fue con ella a una de las cabinas… y comenzaron a hablar.

--dime… dime… que ¿Por qué tiene tanta importancia esa chiquilla?—pregunto Yoko casi desbocando lagrimas de los ojos, haciendo sus manos puños, y mirando hacia abajo—

--Esa chiquilla como tu le dices… yo la consideró como único amor de mi amigo… no es ninguna chiquilla… bah—agregó el bajista poniéndose en una pose, mirando a Yoko mientras tenia baja la cabeza—te lo repetiré… has estado ya un año con John… y desde el principio te lo dije… deberías volver de donde llegaste… Yoko—bufó el bajista dejándola sola en aquella habitación.

--Maldito McCartney… Harrison & Starr… ustedes solo nos causan sufrimiento… a John y a mi y ahora esa chiquilla que al parecer nunca desaparecerá de la vida de mi John—refuto Yoko mientras lloraba en la habitación.

Paul salio y John pregunto por Yoko, el agrego que había ido al tocador después de la charla que tuvieron y Lennon se tranquilizó un poco.

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Estaba llegando a la Apple Corps. Y sentía un raro vacío en ella… en algún momento había pasado estaba en las escalerillas que daban a la entrada de aquel edificio un poco hostil.

Entro con toda la calma del mundo contando sus pasos y sus palabras esperando que con quienes trabajase no sean una bola de palurdos o algo así, trago pesado y abrió la puerta… enseguida los ojos de los chicos se quedaron completamente posados en la chica… aquella cara de ternura y timidez se les había grabado completamente desde la primera vez que la vieron hace dos años… camino hacia ellos y el primero en reaccionar fue McCartney… después Harrison, Star y por ultimo Lennon…, el guitarrita no creía que era verdad lo que sus ojos veían, era una simple ilusión creada por un sentimiento olvidado.

Yoko salio de la habitación con los ojos irritados cuando la vio.

--Chicos… buenos días…, tal parece que seré su nueva productora… es un gusto—dijo Annie mientras extendía la mano a McCartney, este no podía ver lo que estaba enfrente de el—y bien… --