Capitulo 42.- De Vuelta a la vida normal.

A pesar de lo que pasaba en el hospital, John estaba intentando mantener la cordura, había estado unos cuantos días yéndole a ver y el doctor dijo que ella estaría bien. Al menos eso le ponía feliz al guitarrista pues hacia ya demasiado tiempo, que quería volver a ver su sonrisa, habita terminado de grabar el doble álbum blanco y lo habían sacado a la venta, Apple corps no iba tan bien como ellos divisaban que iría, y Paul ya estaba apunto de casarse con Kira, Marie y Ringo no estaban por ningún lado parecía que la tierra se los comió a ellos dos y a su hija Natalie, Kathy y George estaban más que felices pues su hijo iba a nacer ya en unas semanas más. La familia no podía estar creciendo más, se dirigió como todos los días desde hacia tres semanas hacia el hospital para ver al doctor, quien le dijo que por fin ella había despertado, recordaba el inglés como había pasado esto días y como también estaba sumido en una confusión.

Entró a la habitación y la vio durmiendo en un apacible sueño profundo.

--Annie… que bueno que estas bien—acotó el guitarrista mirando su rostro casi llorando de la emoción—

En un momento se puso de pie y se inclinó hacia la chica quien dormía para depositarle un suave beso en sus labios casi rosados, esta al sentir el beso comenzó a despertarse,

-buenos días—decía riendo el guitarrista mientras la miraba— ¿como amaneció la bella durmiente?—

-Bien… creo—decía sonrojada la morena, mientras se acomodaba en la cama— ¿donde están los demás?—pregunto—

-Ellos… no vinieron, Marie y Ringo la tierra misma se los comió, Paul y Kira están organizando su boda & Kathy estaba con George en la clase para padres… eso es todo lo que sé—aclaraba el guitarrista mientras tocaba dulcemente su mejilla—

-Y… Yoko?—pregunto—

-Bueno… me separaré de ella…, quiero que sepas algo—decía John con una sonrisa que dejo encantada a la chica—

-que…es…, John—dijo un poco asustada, quizá le diría que se vaya de su vida—

-Quiero que seas de nuevo mi… novia—dijo mientras miraba a otro lado sonrojado cual tomate—

-Que lindo eres—atino a decir con una hermosa sonrisa—me encantaría… pero Yoko ha sufrido, demasiado y—

-Me esta volviendo loco—acotó Lennon tomándose la cabellera como si este estuviese loco—

Se acerco a besarla…

-Ajá, así quería encontrarte Lennon—dijo una voz un poco afeminada—

-P…Paul!! Que susto me diste borrico… pensé que eras—decía el guitarrista mientras Paul se sentaba aun lado suyo—

-Yoko?—

Comenzaron a reír, se quedaron por un momento viéndose, sonriendo, hasta que John salio por unos momentos Kira & Paul estaban con Annie, platicando de lo que había sucedido, pero alguien entró por la fuerza viendo Annie el rostro se acordó de muchas cosas que había olvidado. Trago duro, y comenzó a jugar con sus dedos, estaba sumamente nerviosa

-¿Crees que no te vería?—la voz la estremeció—

-Eh… pues… yo pensé que… ah—decía sin articular bien una palabra—

-Já!, ¡¡Soy enfermera… así que ven aquí!!—Dicho esto la abrazó con todas las ganas que tenia—me tenias preocupada…

-Gracias Marie, y ¿Ringo?—

-Pues…-hacia memoria—ah esta estacionando el carro…--aclaró—

.-.-.-.

Pasados unos días regreso a Apple Corps. A su trabajo, aun se recuperaba por lo que no podía tener emociones fuertes. Pero por otra parte Lennon pensaba como decirle a Yoko que… ya no le quería.

Estaba en casa de la oriental, y esta servia un poco de té, y se sentaba junto de el, le hizo una sonrisa amable y llena de ternura, y este le devolvió la misma.

Era un silencio un poco incomodo, hasta que John lo rompió

-Yoko…vine aquí por que quiero hablar contigo de… nuestra relación—aclaraba el ingles—

-Sí, ¿que pasa John?—decía la mujer con el tono mas falso de amabilidad que le salio—

-Pues verás… Annie—decía y fue cortado por la asiática—

-Ya lo sabia… solo llego para apartarte de mi lado, pues bien… ¡no lo permitiré!, no lo permití una vez y ahora menos—decía la oriental mientras mostraba el enojo que tenia—

-Pero que dices ¿como que no lo permitiste una vez?—preguntaba con confusión John mientras dejaba su te de un lado—¿Acaso tu…?

-Eso no se quedará así—dijo Yoko sumamente molesta—

Salio de la casa haciendo rabia, por todo lo que John o lo poco mejor dicho que John logró decirle.