Capitulo de Yoko Ono
Llego hasta la sede de Apple corps. Entró como que si el mismo demoño la tomara por los pelos, llego hasta su oficina y abrió la puerta para encontrarla sentada firmando filas de documentos, con un chico a su lado, de cabellera rubia y ojos celestes, quien atentamente le miraba Mientras ella le hacia un indiferente con sus hojas y papeleo en la mesa.
-¿Cómo te atreves a quitarme a John?—pregunto echa un manojo de furia y nervios—
-Disculpa yo no quería—dijo sin voltearle a ver, con un tono de voz un tanto superior y lleno de indiferencia—ahora por favor sal de mi oficina estoy demasiada ocupada como para atender tus caprichos y reproches—
-Sí, fíjate que no lo aré—dijo con rabia—
-Señorita…, la joven Annie no puede atenderle en estos momentos—el joven rubio habló—puede venir otro día—
Terminando de decir esto el rubio volvió a su posición solamente para ver como Yoko se sentaba en la silla que tenía frente de ella que daba al escritorio de la morena, Este hizo un ademán para tomarla y sacarle de la oficina pues su jefa no estaba muy contenta el día de hoy y necesitaba paz y tranquilidad y era más que obvio que la oriental no lo proporcionaba.
-Espera Shaka—detuvo a su asistente—mira… Yoko, yo no te quite nada…, el se canso de ti, eso ya no es mi problema… simplemente quiero que te largues de aquí… el primer día te lo dije, no quería ver tu cara—acotó la morena antes de volver a su trabajo—pero antes de que te vayas… quiero que escuches esto… tu esposo, Al que mataste… tenia la misma razón que John para dejarte—
No dijo nada.
Salio de ahí echa un manojo de rabia, depresión y nervios… estaba demasiado enojada con ella, haberle dicho eso enfrente de un asistente de ella, haberle dicho tal cosa, no dejaría que John estuviera con esa “zorra” , y mucho menos dejaría que hablara así de ella. Se giro hacia la segunda puerta que daba hacia la calle, cuando vio a John entrar con un ramo de rosas en las manos, se limitó a verle… ¿Era cierto lo que dijo el?, eso de… acabar con su relación…. Por mucho que lo pensará una y otra vez era cierto no quería creerlo pero era cierto. Sucumbió ante el deseo de desaparecer, y fue lo que hizo, tomo un taxi y se fue lejos de la edificación, hacia la bahía.
Recordaba el día que lo conoció el día mas feliz de su vida recordaba ella.
Flash Back
Era una mañana fría de febrero, en una exposición que tenia preparada desde hacia ya unos meses atrás, alguien había entrado y miraba las pinturas y demás obras de arte, era un hombre alto, de semblante tranquilo, ojos pequeños pero lindos, con unos lentes de forma circular que le quedaban a la perfección, cuerpo normal de tez blanquecina. Estaba por golpear un clavo en la pintura cuando ella lo detuvo
-La exposición aun no esta en el mostrador—dijo con un semblante lleno de tranquilidad—
-Perdona… pero tenia curiosidad—acotó aquel hombre—cual es tu nombre?
-Yoko… Yoko Ono…. Y el de usted—pregunto la joven mujer—
-John… John Lennon—
Fin de Flash Back
“Y a pesar en ese momento… quería que te quedaras para seguir viendo mis pinturas” pensó mientras miraba el mar con total devoción, empañando sus recuerdos con lagrimas.
Regreso a su casa con pereza abriendo lentamente la puerta, se acerco al sillón, dejo caer pesadamente sus cosas de la bolsa que traía, y subió las escaleras.
-Pareciera que nunca volverá—se dijo a si misma antes de dormir—
.-.-.-.-
Estaba en la oficina aun.
El chico rubio se había ido, y los muchachos habían terminado su trabajo cundo alguien toco la puerta.
Un “pase” con una voz femenina y un tono amable ligados dieron paso a quien tocaba la puerta… John estaba detrás vistiendo un suéter de color blanco, con pantalones negros, quien se acerco a la chica y la abrazo.
-¿Qué haces?... vamos, vamos a cenar—dijo mientras sonreía y la abrazaba por la espalda—
-¿Cenar?... me lamento mucho que eso no podrá ser… aun tengo trabajo que terminar y para colmos… tu necesitas hablar con Yoko—decía mientras archivaba unos papeles—
Lennon rodó los ojos. Se irguió y camino un poco por la habitación, pensando en que tantas cosas había pasado. Alguien más entró a la habitación aquel asistente entró trajo unos papeles y se despidió amablemente de la joven de cabellos negros… John se sentó en una silla que había enfrente del escritorio.
-John… necesito consultar esto contigo antes que con los chicos—aludía mientras dejaba a un lado la pila de cosas—verás… renunciaré al trabajo que Paul me dio… yo no sirvo para esto—
-¿No servir?, eres buena para el trabajo… ¿entonces?—pregunto un confundido John--¿Qué aras?—
-bueno… no sé, muchas veces intenté hacer otras cosas y bueno—
No daba razones exactas, Lennon no lo creía, ahora estaba dudando de que aquella chica volviera a ser su Annie, miro hacia otro lado, con molestia e indignación, cerro levemente los puños y apretó los dientes.
-Haz lo que quieras—fue lo que masculló Lennon, cosa que sorprendió a Annie—
-¿Haz lo que quieras?—pregunto indignada—como pude pensar que habías cambiado Lennon…
.-.-.-.-
Yoko estaba llorando tristemente.
Miraba fotos que tenia con John y las rompía todas y cada una, las quemaba en la chimenea de su hogar, y cada vez que intentaba salvar una el recuerdo de las palabras de John le sacaban más razones tanto para quemar los recuerdos como para odiar a Annie.
-¿Qué…Hice….mal?—se preguntaba a si misma mientras lloraba—
No había quien la calmase, en un principio de todo…. Un principio doloroso, de cómo había llegado hasta Londres, pero ahora eso no importaba mucho.